Existen distintas formas para clasificar a los contaminantes. Según su origen,
se distinguen los naturales y los antropogénicos. Los primeros se deben a los
fenómenos en los cuales no interviene el hombre, por ejemplo: erupciones,
incendios accidentales, producción de gases en pantanos, diseminación de polen
por el viento, etc. En cambio, los antropogénicos se derivan de las actividades del
hombre.
Los contaminantes también se clasifican en primarios y secundarios, según
sean arrojados tal cual a la atmósfera, o bien se forme en ella debido a las
reacciones químicas resultado de la presencia de diversos compuestos y a la
acción de la luz solar. (Jiménez, 2008)
Otra clasificación es por su estado físico, es decir por el tamaño de las
partículas contaminantes en este caso los contaminantes se agrupan en las
siguientes familias:
* Compuestos inorgánicos de carbono
* Compuestos derivados del azufre
* Hidrocarburos
* Compuestos del nitrógeno
* Oxidantes fotoquímicos
* Metales
* Partículas
Los contaminantes más frecuentes de las aguas son: materias orgánicas y bacterias, hidrocarburos, desperdicios industriales, productos pesticidas y otros utilizados en la agricultura, productos químicos domésticos y desechos radioactivos. Lo más grave es que una parte de los derivados del petróleo son arrojados al mar por los barcos o por las industrias ribereñas y son absorbidos por la fauna y flora marinas que los retransmiten a los consumidores de peces, crustáceos, moluscos, algas, etc..
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